Rayo Vallecano 1-1 Real Betis: Vallecas sigue siendo inexpugnable

Rayo Vallecano 1-1 Real Betis: Vallecas sigue siendo inexpugnable

El Rayo Vallecano sigue sin conocer la derrota en Vallecas tras empatar ante un Real Betis que comenzó mandando en el marcador. El punto final resulta agridulce porque los franjirrojos rozaron la remontada en varias ocasiones pero no pudieron con Rui Silva, que firmó un gran encuentro. Los béticos clamaron contra un arbitraje que consideraron perjudicial para sus intereses, especialmente por la tarjeta roja a Álex Moreno.

Los vallecanos saltaron al verde con varias novedades: Luca fue el portero titular en detrimento de un Dimitrievski que no estuvo ni en el banquillo, Catena regresó al centro de la zaga y Nteka jugó de inicio. Por contra, Álvaro García empezó en partido como suplente. En la grada no cabía un alma y es que nadie se quería perder lo que a priori pintaba a partidazo. Sin embargo, la película fue muy distinta durante los primeros minutos sin prácticamente ninguna ocasión clara de peligro.

Todo cambiaría en el minuto 35 con la expulsión de Álex Moreno que vio la roja por un plantillazo en la cabeza de Isi, brecha mediante. Los verdiblancos reclamaron que el de Cieza había bajado la cabeza en exceso y que por tanto la expulsión era excesiva. Todo parecía de cara para los de la franja pero los de Pellegrini no se vinieron abajo. Guardado suplió a Borja Iglesias y la ausencia del lateral catalán apenas se notó. Justó cuando se cumplía el minuto 45 una gran jugada entre Bellerín, Fekir y Canales acabó con este último empujando el balón a placer dentro de la meta rayista.

Tras el descanso lo de Iraola salieron con la lección bien aprendida y decididos a buscar la remontada. Poco a poco los franjirrojos volcaron el campo hacía la meta bética sobre todo buscando hacer daño por las bandas. Así llegaría el empate rayista. Un centro de Bebé lo mandó Falcao al palo, el ‘3’ peleó la pelota y esta acabó en los pies de Balliu, que tuvo la tranquilidad necesaria para pisar el balón y buscar el hueco entre Rui Silva y el palo.

La grada vallecana entró en combustión porque confiaba más que nunca en la remontada. Sin embargo, en la meta visitante estaba un inspirado Rui Silva que se encargó de dinamitar los asedios rayistas y de asegurar el empate. El pitido final dejó un regusto amargo a la afición franjirroja que ya soñaba con la victoria. En otro tiempos el empate ante el tercer clasificado hubiera sido un enorme resultado pero no para este Rayo, más ilusionante que nunca.

Daniel S.