Juan Villar, experiencia y gol en Segunda División
La importante lesión de Leo Ulloa fue un grave contratiempo para los planes de Jémez que veía como su capacidad ofensiva menguaba todavía más si cabe. El Rayo, esta vez sí, se ha movido rápido en el mercado para buscarle un sustituto. El elegido ha sido el ariete andaluz Juan Villar. Llega cedido de Osasuna con opción de compra obligatoria en caso de ascenso.
Juan Villar se formó en las categorías inferiores del Recreativo de Huelva y antes de dar el salto al fútbol profesional ya dejó buena muestra de que lleva el gol en la sangre. En Tercera, firmó diecisiete goles que le valieron un billete para debutar en Primera. De la mano de Víctor Muñoz, el nuevo fichaje rayista jugaría dos minutos en el partido inaugural contra el Betis. Curiosamente, no volvería a contar con ninguna oportunidad más hasta el último encuentro frente al Sporting.
Tiene un hueco en la historia del Cádiz
La temporada posterior, sin embargo, se marcharía cedido al C.D. San Roque de Lepe para regresar al Recre en 2010. En el conjunto onubense permaneció dos temporadas más y jugó un total de 67 partidos en los que marcó 8 goles. En 2012 fichó por el Cádiz para jugar en Segunda B. y tan solo tres años bastaron a Villar para entrar en la historia amarilla. Sus 42 goles le colocan como el máximo goleador de la historia del club en Segunda B y el décimo de toda su historia si contamos todas las categorías. Casi nada. Antes de marcharse de la Tacita de Plata renovó su contrato con un importante matiz: se iría si el equipo no lograba el ascenso. El play-off lo impidió por segundo año consecutivo y Villar puso rumbo a Valladolid en 2015 para volver a jugar de nuevo en Segunda.
En Pucela fue un fijo para los cuatro entrenadores que dirigieron al conjunto blanquivioleta. Los 72 partidos disputados en dos años así lo atestiguan. El Valladolid no llegó a disputar si quiera las eliminatorias de ascenso pero aún así el extremo onubense dejó unos números más que aceptables: 25 goles y 10 asistencias.
El 29 de junio de 2017, tras finalizar contrato con el Valladolid, fichó por el CD Tenerife. Uno de los principales responsables de esta operación fue Alfonso Serrano, director deportivo chicharrero y antiguo director deportivo del Recreativo. Un hombre que en el verano de 2010 había repescado a Villar para la disciplina del Decano tras su cesión al San Roque de Segunda B. Su adaptación a la isla no fue nada sencilla y tuvo varias lesiones que le impidieron brillar. Prueba de ello es que el extremo apenas fue titular y solo jugó partidos completos en el tramo final del curso. Pese a ello, marcó 9 tantos en 25 encuentros jugando una media de 48 minutos.
En Navarra recuperó la sonrisa
Aunque había firmado con el club insular por tres temporadas, el 27 de julio de 2018 ficha por Osasuna por 3 temporadas a cambio de 850.000€. Solo unos meses después, en diciembre, Villar logró alcanzar los 100 tantos en Liga desde que debutara en el fútbol profesional en el año 2008. Con los rojillos fue un hombre clave para conseguir el ascenso a la máxima categoría gracias a sus 12 goles y 2 asistencias en 28 partidos. Este curso, sin embargo, el delantero no estaba gozando de muchas oportunidades con el equipo navarro, menos aún tras la llegada de jugadores como Gallego o Arnaiz. Tan solo había disputado 250 minutos, contando Liga y Copa, en los que había marcado dos goles. Ahora llega a Vallecas para seguir goleando en Segunda, una competición que siempre le ha dado muchas alegrías.
Como ha quedado patente, Villar es sinónimo de gol. El onubense comenzó su carrera de extremo derecho y siendo un jugador veloz con mucha profundidad y una gran llegada al área rival. Con los años, el nuevo jugador rayista ha centrado su posición en el campo y su velocidad ha bajado pero ha ganado en desmarque y definición. En la actualidad, es un jugador más experimentado y que entiende mejor el juego.
Según indica Osasuna en su comunicado oficial, si el Rayo lograse el ascenso a Primera, tendría que ejecutar una opción de compra obligatoria valorada en un millón de euros. Si en cambio, los franjirrojos solo disputasen los play-off, tendrían que abonar 150.000 euros a los rojillos en concepto de cesión y el delantero onubense regresaría a Navarra.
